"El perro travieso", por Joaquín Cao

 

Me llamo Serpiente y soy un perro un poco travieso. Me pusieron este nombre porque mi cuerpo es largo como el de una víbora. Vivo con mi hermano Canelo, que es muy diferente a mí. Nos cuida nuestro dueño, un señor mayor pero muy bromista.

Me gusta morderles las pantorrillas a las personas; de vez en cuando me robo comida de otras casas y por eso estuve a punto de morir ahorcado en varias ocasiones, pero siempre encuentro la manera de escaparme.

Hace un tiempo salí a pasear y me encontré al cartero, entonces decidí ir a morderle las pantorrillas, cuando lo hice vi que en su huida se le cayó una carta y empecé a despedazarla. Pero antes de destruirla por completo alcancé a leer que decía “de Vanka para mi abuelito”. Decidí juntar los pedazos de la carta para llevárselos a mi dueño. Al terminar de juntar cada uno de los pedacitos salí corriendo rumbo a casa y cuando llegué los dejé frente a mi dueño y empecé a ladrarle para que los vea. Cuando los agarró me dijo “¿qué es esto que me traes?” y se puso a leer lo que decía la carta rotosa. Inmediatamente se puso un abrigo y salimos a buscar a Vanka.

En eso estamos desde hace varios días. Seguimos y seguimos buscando sin jamás rendirnos. Es más, una noche prometimos que lo seguiremos buscando el tiempo que sea necesario.

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