"La vida de Alojín y Vanka", por Francisco D´Anatro

 

En esta historia les voy a contar la vida de un zapatero llamado Alojín. Él tiene sesenta años y es un hombre de estatura mediana, ojos marrones saltones y pelo negro. Tiene una zapatería llamada “Toto Calzados” desde hace muchos años, con sucursales en varias ciudades de Rusia.

A este zapatero le llevaron un niño llamado Vanka. Con apenas nueve años, este chico fue a lo del zapatero para aprender el oficio. Cuando Vanka creció y aprendió el oficio de Zapatero, invitó a su hermano Luka para empezar a trabajar juntos y diseñar zapatos exclusivamente para Alojín. Comenzaron a trabajar en el negocio de la zapatería pero con el tiempo dejaron de estar conformes con las ganancias y además trabajaban muchas horas por día y con menos ganas que al principio. Alojín se dio cuenta de que algo no estaba bien, entonces les fue a reclamar y a ver qué les estaba pasando. Se juntaron en una reunión para hablar sobre el tema. Alojín les dijo que debían trabajar más horas si querían obtener más ganancias.

De tanto trabajar y trabajar, los dos hermanos enfermaron de gravedad y todos sus pedidos quedaron incompletos. Alojín, al ver que no tenía noticias de los dos muchachos, fue hasta la zapatería y vio que no estaban trabajando, por lo tanto los pedidos estaban sin hacer. Los llamó por teléfono desesperadamente y Vanka le contestó diciéndole que estaban muy enfermos debido al exceso de trabajo. Alojín se enojó mucho porque pensaba que iba a perder dinero, ya que no tenía la mercadería para vender en sus zapaterías. Luego de varias discusiones por teléfono, Vanka también se enojó y decidió con su hermano no diseñar más zapatos para Alojín. Con esto, el zapatero quedó muy decepcionado.

Luego de varios meses de buscar y buscar, consiguió que otros dos hermanos finalmente le diseñaran zapatos para su tienda. Cada día veía que los zapatos se vendían muy bien y había mucha demanda. Por lo tanto, Alojín pensó en abrir otra tienda de zapatos.

Pasaron un par de años y los hermanos Vanka y Luka decidieron abrir su propia zapatería llamada “Stadium Calzados”. La ubicaron justo enfrente de la casa central de “Toto Calzados”. Alojín, al enterarse de lo sucedido, comprendió que debería trabajar aún más, ya que a su nueva competencia le estaba yendo muy pero muy bien.

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