"Mi increíble historia", por Iván Henriksen
Hola, yo soy Serpiente, un perro un poco destacado de los otros. Yo soy un perro delgado y largo, por eso mi nombre es este. Me gusta mucho morder las piernas de las personas cuando están desprevenidas y que se asusten. Mi Amo es una persona muy amable, se llama Constantino Makarich. Nunca se olvida de darme de comer a mí y a Canelo (mi hermano). Esto sería un poco de como soy y mis alrededores, pero después yo tengo un pasado oscuro y es por eso que se me conoce como el perro de las malas vibras…
Ya, hace mucho tiempo, alrededor del año 1275 fue mi día de nacimiento y si te preguntas de cómo hice para vivir tantos años ahora te explico. Nací en un tipo de tribu africana llamada Nmbokoco conocida por sus magos, brujas y sus hechizos que en ninguna otra parte del mundo se consiguen ver. Bueno, el día de mi nacimiento fue muy raro. Apenas nací me llevaron a una choza de unos brujos donde me hicieron pruebas de hechizos. Mientras una bruja mezclaba la poción, un brujo recitaba unas palabras muy extrañas. Una vez que la poción fue creada, me pusieron tres gotas en la frente y ahí algo cambió en mi… Sentía mi sangre correr y la adrenalina que me entraba al cuerpo y la maldad que se apoderaba de mí. De la cantidad de energía empecé a correr y rápido, aunque era un recién nacido; ese hechizo me hizo cambiar. De tanto correr llegue al mar donde me crucé con un barco con destino a Rusia. Me subí con intriga y me llevó un viaje de tres semanas. Una vez que cruzamos el océano Índico y las islas de Oceanía, ya estaba cerca de mi destino. Cuando llegué había un señor llamado Nikolai Richtofen con quien tuvimos una conexión inmediata. Él miró hacia un lado y hacia el otro para ver si era de alguien y rápidamente me agarró y me llevó a su humilde casa de madera y paja. Ese fue mi primer dueño y así pasaron los años, dueño tras dueño, hasta que llegué al día de hoy con mi amo Constantino Makarich.
Mi dueño es una muy buena persona como ya les había dicho, es un señor ya relativamente viejo, tiene pelo blanco con mechones grises. Además, él usa ropa formal: un saco, un pantalón gris, una corbata negra, una boina y unos zapatos marrones con una punta cerrada.
En la casa se disfruta mucho. Yo tengo a mi hermano Canelo, es un perro juguetón como si fuese cachorro. Él es chiquitito pero pachoncito, además es peludo como la almohada de mi amo. También está la cocinera Norma. No hay mucho que decir de ella, es alta y flaca como una rama. De todas formas me cae bien porque me hace comida de perro casera, es la mejor del mundo; por el otro lado está la del supermercado, “wakala”, es espantosa.
Aunque suena bien vivir en esta casa (y así es), hay veces que pasan cosas raras… Como ustedes saben yo fui hechizado cuando nací, entonces hay veces que me dan ataques de pánico o de hiperactividad u otra cosas. Una vez, cuando apenas se podía ver el sol subir, empecé a correr como loco y con furia. Corrí hasta el campo del vecino y pasó algo, me comí a la mitad de su rebaño de ovejas. El vecino, con mucha furia, pensando que fueron zorros, puso vallas con pinchos afilados como cuchillos de Norma. Aunque eso suene raro y capaz un poco aterrador, una vez pasó algo tan aterrador que alguien de la casa casi me mata...
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