"Una esperanza", por Joaquín Braglia

 

Hola, soy Olga Ignatievna, me encantan las fiestas, sobre todo la de Navidad. Mi pasión es leer, me gusta enseñar y adoro la ropa. Mi sueño sería trabajar de maestra, aunque dedicarme a algo que tenga que ver con la ropa no me molestaría.

*

Hoy en día me siento sola debido a que no tengo nadie quien me acompañe y que se divierta conmigo. Hace un tiempo, tres meses para ser exacta, conocí un niño llamado Vanka, quien me acompañaba y se divertía conmigo, pero por desgracia me separaron de él. Mi mayor sueño o aspiración es poder ir a buscarlo y adoptarlo.

*

Se acercan las Fiestas, lo cual me hace sentir más sola aún, pero para Navidad siempre hay que poner la mejor voluntad, así que voy a empezar a hacer todos los preparativos.

*

Estoy exhausta, estuve todo el día cocinando y adornando la casa, fue un día super productivo... ya estamos cerca.

*

Hoy es Noche buena, ayer terminé los preparativos y ahora vamos a hacer las cartas para felicitar a todos por las fiestas. Nosotros siempre saludamos, aunque nunca hemos recibido una carta de respuesta, es algo muy triste.

*

¡¡Ya es Navidad!!. Estamos listos para festejar, al fin llegó el momento tan esperado. Hemos ido a la iglesia y estamos listos para compartir un lindo momento en familia. Si bien intento divertirme y no pensar, después de un rato me tuve que ir porque no podía aguantar mis lágrimas.

*

Hoy estoy un poco deprimida porque anoche no pude divertirme como hubiera querido, ya que extraño mucho a Vanka. Encima me queda la peor parte que es limpiar todo lo de ayer.

*

Estoy muy emocionada porque pensé que hoy no iba a pasar nada interesante, iba a ser un día más, pero de tarde vino una persona diciendo que había una carta para un abuelo y el único viejo en la aldea es el abuelo de Vanka , tengo la esperanza de que sea de su nieto y como soy la única que sabe leer en esta casa me la darán a mí y empezaré a leer...

*

La carta me puso muy triste y feliz a la vez. Feliz porque pensé que nunca volvería a saber de él; triste porque sé que él la está pasando horrible y que lo obligan a trabajar todo el tiempo y que odia estar allí.

*

Las cocineras también se pusieron mal por él, así que decidimos intentar ir a buscarlo y sacarlo de esa tortura.

*

Por primera vez en mi vida voy a seguir a mi corazón. Es así, que mientras escribo estas cosas en mi diario, el tren transiberiano me lleva rápidamente hacia a Moscú para traer de regreso a mi niño querido.

*

Seremos muy felices.

Comentarios

Entradas populares de este blog

"El zapatero Alojín", por Elena Terra

"Un día en mi vida con Vanka", por Manuel Becerra

"Constantino", por Lucía Schwarz